jueves, 12 de mayo de 2011

Porque pudimos soñar más fuerte que nadie

Hoy es 12 de Mayo, se cumple un año exacto de la hazaña más épica que un equipo ha hecho en su historia. Un año desde el día en el que quedó fuera la etiqueta de "Pupas". Un año desde que se rompió una racha que ya duraba 107 años. Un año desde el día en que todos estaban a una con el mismo, tratado como el hermanito pequeño que por fin alcanzaba la gloria. Un año desde el minuto 116 de aquella prórroga eterna, donde apareció un Dios al que llamábamos el "Uruguasho". Un año desde que "Papá, papá, ya sé por qué somos del Atleti".
Antes de ese día, tuvo que venir este otro.
Y finalmente llegaba aquella noche tan esperada desde hace meses y años por todo colchonero. La noche mágica, definitiva. No podía fallar. Esta era la ocasión. Todos lo sabíamos.
Y no pudo fallar, el mismo "Uruguasho" volvió a hacer que nuestros corazones vibraran al unísono y llevarnos a lo más grande.
116 larguísimos, eternos minutos, hasta que Don Kun Agüero dio el pase más importante de su vida, y el de siempre, Don Diego Forlán, hizo el resto.
Esa no fue una final, no fue un partido. Fue LA Final, el Partido. El día en que ser Atlético era el mayor de los orgullos.
Tanto tiempo queriendo SOÑAR, luchando porque queríamos SOÑAR, sabiendo que íbamos a SOÑAR, tenía su recompensa, porque nosotros FUIMOS LOS QUE SOÑAMOS MÁS FUERTE QUE NADIE.

Vale que los dos triunfos a nivel de selección es algo supremo, inigualable diría yo, será la repetición de verlo tantas y tantas veces, pero este otro triunfo, ahora visto en la distancia del tiempo, es muchísimo más en lo personal. Porque España somos todos, unidos por un fin, y ganamos y perdemos todos juntos. En esta victoria, el equipo por el que naciste, por el que que creciste, y por el que apostaste, durante toda tu vida creyéndolo un error, ese caballo perdedor que sólo es visto desde arriba por el resto de caballos, dejaba de chocarse contra un muro, un muro de años y años, y todo ese esfuerzo, tiene su recompensa, y tu caballo gana, y tú te sientes con la satisfacción de nunca haber estado equivocado.
Hay equipos que ganan más y otros que ganan demasiado, y aún así sólo esperan aumentar sus títulos en cantidad. Una Copa en Europa con el Atlético, con nuestro Atlético, vale más que todo eso. Ciento siete años de espera han merecido la pena.

Porque ser del Atlético AHORA Y SIEMPRE es un orgullo. Y nunca me arrepentiré de serlo, por muy adversa que la situación parezca.
Porque Podíamos soñar, Debíamos soñar y SOÑAMOS más fuerte que nadie.

GRACIAS DE CORAZÓN

¡AUPA ATLETI!


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