La siguiente historia es una situación que
ocurrió durante un partido de fútbol en 1994. Era la primera edición de
la Copa del Caribe y un partido entre Barbados y Granada se convirtió en
algo surrealista.
Antes del enfrentamiento, Granada mantenía un gol de diferencia con respecto a Barbados en la clasificación, lo que suponía la obligación para estos de ganar al menos por dos goles de ventaja si querían pasar a la fase final. El campeonato tenía dos reglas curiosas y que serían las responsables del entuerto. Todos los partidos tenían que finalizar con un ganador, es decir, no había lugar a empates. Si los 90 minutos reglamentarios acaban en empate se jugaba una prórroga con lo que se denomina el “gol de oro”, es decir, el primero que marcaba ganaba el partido, no se juegaba más. Y, además, los organizadores decretaron que el "gol de oro" valía doble. Es decir, si se llegaba a la prórroga con empate a 1, el equipo que marcara primero se apuntaría el partido con un 3 a 1, lo que tenía importantes repercusiones en la clasificación.
Dicho todo esto, volvamos al partido de Barbados y Granada. Recuerden, Granada lideraba la clasificación gracias a un gol a favor. En el minuto 83 del partido, cuando Barbados ganaba por 2-0, Granada marcó. 2-1 por lo tanto en el marcador. El final del partido se acercaba y Barbados, al ver que no era capaz de marcar un gol y que ganar por un gol no les clasificaba, se marcaron un gol en su portería (pueden ver este gol en el vídeo). Así, el partido acaba en empate e irían a la prórroga, donde dispondrían de más tiempo para marcar y si lo hacían, al valer doble ese “gol de oro”, se clasificaban.
Los granadinos hicieron también sus cálculos y vieron que el camino más corto era marcar también en su propia puerta. Así, perdían solo por un tanto y se pasaban de fase. Pero Barbados también se dio cuenta de esto y se puso a defender en las dos porterías. Un gol en cualquiera de ellas les eliminaba, bien al perder el partido, o bien al ganarlo sólo por un tanto. Así se llegó a la situación surrealista en la que un equipo defiende las dos porterías y el otro trata de marcar en su propia portería. No debieron defender mal ya que se llegó al final de tiempo reglamentario con aquel 2-2.
En la prórroga, Barbados marcó y gracias al valor doble del “gol de oro” se apuntó el partido con un 4-2, que cambiaba la clasificación y así pasó a la siguiente fase. Surrealista.
Antes del enfrentamiento, Granada mantenía un gol de diferencia con respecto a Barbados en la clasificación, lo que suponía la obligación para estos de ganar al menos por dos goles de ventaja si querían pasar a la fase final. El campeonato tenía dos reglas curiosas y que serían las responsables del entuerto. Todos los partidos tenían que finalizar con un ganador, es decir, no había lugar a empates. Si los 90 minutos reglamentarios acaban en empate se jugaba una prórroga con lo que se denomina el “gol de oro”, es decir, el primero que marcaba ganaba el partido, no se juegaba más. Y, además, los organizadores decretaron que el "gol de oro" valía doble. Es decir, si se llegaba a la prórroga con empate a 1, el equipo que marcara primero se apuntaría el partido con un 3 a 1, lo que tenía importantes repercusiones en la clasificación.
Dicho todo esto, volvamos al partido de Barbados y Granada. Recuerden, Granada lideraba la clasificación gracias a un gol a favor. En el minuto 83 del partido, cuando Barbados ganaba por 2-0, Granada marcó. 2-1 por lo tanto en el marcador. El final del partido se acercaba y Barbados, al ver que no era capaz de marcar un gol y que ganar por un gol no les clasificaba, se marcaron un gol en su portería (pueden ver este gol en el vídeo). Así, el partido acaba en empate e irían a la prórroga, donde dispondrían de más tiempo para marcar y si lo hacían, al valer doble ese “gol de oro”, se clasificaban.
Los granadinos hicieron también sus cálculos y vieron que el camino más corto era marcar también en su propia puerta. Así, perdían solo por un tanto y se pasaban de fase. Pero Barbados también se dio cuenta de esto y se puso a defender en las dos porterías. Un gol en cualquiera de ellas les eliminaba, bien al perder el partido, o bien al ganarlo sólo por un tanto. Así se llegó a la situación surrealista en la que un equipo defiende las dos porterías y el otro trata de marcar en su propia portería. No debieron defender mal ya que se llegó al final de tiempo reglamentario con aquel 2-2.
En la prórroga, Barbados marcó y gracias al valor doble del “gol de oro” se apuntó el partido con un 4-2, que cambiaba la clasificación y así pasó a la siguiente fase. Surrealista.
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