Para que luego se diga que este blog no hace honor a su título, aquí traigo la PRIMERA entrada exclusivamente de un tema científico.
La definición de kilogramo se basará en la constante de Planck,
una constante fundamental de la física cuántica, han decidido los
expertos en metrología convocados por la Oficina Internacional de Pesos y
Medidas . Así lo ha comunicado en Londres el físico Michael Stock, de
la citada oficina, con motivo de una reunión convocada por la Royal
Society para evaluar el progreso en este tema: "Se ha alcanzado el
consenso para que en el futuro cercano se redefina el kilogramo, basado
en un valor fijo de la constante de Planck".
Hasta hace poco había otra posibilidad, que exploraba el Proyecto Avogadro, y era que el kilogramo se basara en las masas atómicas. Sin embargo, los resultados de este proyecto, que se acaban de publicar, son complementarios de los experimentos en torno a la constante de Planck para redefinir la unidad.
Según Stock, los científicos llevan años realizando experimentos con la llamada balanza de Watt que establecen una relación entre la masa y la citada constante mediante la comparación de medidas de potencia eléctrica y mecánica, pero la nueva definición no puede entrar en vigor hasta que estas medidas den resultados idénticos, para lo que son necesarias más balanzas de Watt, un instrumento muy complicado.
El kilogramo es la única unidad del Sistema Internacional de Unidades que todavía se define en base a un objeto físico, un prototipo de platino e iridio que se mantiene guardado en la sede la citada oficina en París. El resto de las unidades (metro, segundo, amperio, kelvin, mol y candela) se basan en cantidades físicas (el metro se define sobre la velocidad de la luz), aunque el kelvin está en fase de redefinición igualmente.
Las medidas del prototipo del kilogramo en el último siglo han indicado que su masa ha variado ligerísimamente, y ahora es unos 50 microgramos (como un pequeño grano de arena) inferior a cuando fue fabricada en 1879. El objetivo final de los trabajos es que todas las unidades del sistema internacional sean estables y universales.
Hasta hace poco había otra posibilidad, que exploraba el Proyecto Avogadro, y era que el kilogramo se basara en las masas atómicas. Sin embargo, los resultados de este proyecto, que se acaban de publicar, son complementarios de los experimentos en torno a la constante de Planck para redefinir la unidad.
Según Stock, los científicos llevan años realizando experimentos con la llamada balanza de Watt que establecen una relación entre la masa y la citada constante mediante la comparación de medidas de potencia eléctrica y mecánica, pero la nueva definición no puede entrar en vigor hasta que estas medidas den resultados idénticos, para lo que son necesarias más balanzas de Watt, un instrumento muy complicado.
El kilogramo es la única unidad del Sistema Internacional de Unidades que todavía se define en base a un objeto físico, un prototipo de platino e iridio que se mantiene guardado en la sede la citada oficina en París. El resto de las unidades (metro, segundo, amperio, kelvin, mol y candela) se basan en cantidades físicas (el metro se define sobre la velocidad de la luz), aunque el kelvin está en fase de redefinición igualmente.
Las medidas del prototipo del kilogramo en el último siglo han indicado que su masa ha variado ligerísimamente, y ahora es unos 50 microgramos (como un pequeño grano de arena) inferior a cuando fue fabricada en 1879. El objetivo final de los trabajos es que todas las unidades del sistema internacional sean estables y universales.
Fuente: El País
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